sábado, 18 de octubre de 2008

La Hipodérmoca parte III - Fernando Vadillo

!!!Un publicista me contó una anécdota de una campaña qué me preocupó después de hacerme reír. Él producto: un artificial postre de color fucsia, un extraño sabor a frutilla y un envase rojo igual al que tenía uno con otro nombre que existía cuando yo era chiquito. Su slogan rezaba qué esta sustancia cremosa, tenía todos los nutrientes que los niños necesitan para crecer sanos y fuertes. Había un chico que se desamayaba en la escuela. La madre, que como tiene ese sentido que sólo tienen las madres para darse cuenta que algo anda mal, lo observó pálido y flaco. Sin dudarlo, lo llevó a su médico para que lo tratara. Resulta que la señora, como el chico no quería comer comida y sólo este postrecito, accedía porque el aviso publicitario decía que los nutrientes necesarios para el crecimiento fuerte de su hijo, estaban en la viscocidad fucsia del alimento. Inmagínense a esta señora leyendo el diario o mirando un noticiero. Aguja hipodérmica al palo. ¿Qué culpa tiene la gente? La sociedad está críada en un consumo extremo. Un mundo que siempre peligra. Un gobierno que que lo caga ¿disimuladamente? (tranquilamente podría ponerle unas comillas así, con las manos pero no soy un pancho, te pongo pregunta). Un medio de comunicación que necesita manipular para ser consumido. Si lo pensamos como negocio es brillante. Una buena idea para ser millonario. Uh! ¿cómo hago? Llamá a un publicista. Te iyecta lo que quieras. ¿Qué querés? ¿Crisis, derrumbe, guerra? Mmm...gracias pero prefiero ver el sol, mirá que día hace afuera.

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